Hoy, 10 de marzo, hace 72 años, el Padre José Kentenich celebró su última Santa Misa en Brasil.
Era un momento muy difícil para la Familia de Schoenstatt, pues había comenzado un período de dura prueba para el Padre Kentenich y su Fundación, en el que la Iglesia impuso la separación del Fundador y su obra. Fueron 14 años de ‘exilio’ donde el amor por la misión regalada por Dios a Schoenstatt y el amor por la Iglesia se afinaron y purificaron, ayudando al Movimiento a dar muchos frutos de santidad.
Como ya estaba separado de su trabajo, las Hermanas no estuvieron en esta Santa Misa en el Santuario, sino que fueron a despedirse del Padre Fundador. Estrechó cordialmente la mano de cada uno de ellos. Para la mayoría fue la última vez que lo vieron físicamente.
Poco después, el Padre Kentenich partió y tomó un tren hacia Argentina, desde donde continuó hacia Chile. Posteriormente viajó a Estados Unidos, a Milwaukee, donde permaneció hasta 1965.
Foto y texto: Santuario Tabor (archivo de las Hermanas de María de Schoenstatt)