«En nuestro viaje por la vida, no siempre queremos seguir el camino por el que Dios nos conduce, elegimos nuestro propio camino en la vida, nuestras propias recetas para la felicidad -la nuestra y la de los demás.
𝑵𝒐𝒔 𝒇𝒂𝒍𝒕𝒂 𝒗𝒂𝒍𝒐𝒓, 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒆𝒗𝒆𝒓𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂, 𝒑𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂, 𝒔𝒊𝒏𝒄𝒆𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅, 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒚 𝒇𝒆. 𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒓𝒆𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂𝒅𝒐, 𝒎𝒖𝒍𝒕𝒊𝒑𝒍𝒊𝒄𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒑𝒊𝒂𝒔 𝒄𝒓𝒖𝒄𝒆𝒔 𝒚 𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒃𝒍𝒆𝒈𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔.»
Quien viva fielmente en la Alianza de Amor nunca se perderá – solía decir el Padre Kentenich.
Un poco de matemáticas para la vida de alianza en el tiempo de la Cuaresma